Recientemente, América del Norte ha registrado las temperaturas más bajas de los últimos años, y mientras gran parte del país (y también de Canadá) parecen congelarse, los expertos buscan la explicación. Este fenómeno tiene un nombre: bombogénesis. A la que ahora, popularmente, se está conociendo como "bomba meteorológica".
¿Qué es la bomba meteorológica?
La bombogénesis, según los expertos, es una ciclogénesis rápida o extrema, a menudo caracterizada por una caída de presión barométrica de 24 milibares en un período de 24 horas. Este es un evento predominantemente marítimo, de invierno, pero que también ocurre en entornos continentales en condiciones específicas.
Cuando una masa de aire frío colisiona contra una caliente “el contraste térmico extremo entre las temperaturas atmosféricas muy frías sobre la tierra y una corriente inusualmente cálida cercana al Golfo sin duda sienta las bases para un potencial impresionante de fortalecimiento de la tormenta”, dijo Daniel Swain, un científico del clima radicado en UCLA.
En ese "choque contra una corriente caliente" debemos poner el foco: mientras algunos ven contradictorio que, en tiempos en los que hablamos de calentamiento global, las ciudades estén congeladas (e incluso Donald Trump ironice al respecto), en realidad lo que está ocurriendo es que todo ese calor extra termina en algún lado, causando fenómenos extremos como este.
Situación actual
En Tallahassee, la capital de Florida, las temperaturas de esta semana han sido más fuertes que las de Alaska por primera vez en años.
Actualmente, 41 millones de personas viven en el área afectada por la tormenta.
El resultado serán nevadas, fuertes vientos y un frío que no se ha visto en algunos lugares desde principios del siglo XX. La velocidad de los vientos podría ser comparable nada más y nada menos que a un huracán categoría 3, más poderoso que cuando Sandy azotó las costas de Nueva Jersey en 2012.
¿Qué pasará de ahora en más?
En Nueva York se cree que las temperaturas estarán en bajos dígitos de grados Fahrenheit el sábado y los mínimos nocturnos en el área metropolitana pueden caer debajo de cero y otras áreas del noreste pueden experimentar descensos similares.
A partir del martes por la mañana, el Servicio Meteorológico Nacional pronosticaba 2 a 4 pulgadas de nieve en la ciudad de Nueva York desde la tormenta del miércoles por la noche hasta el jueves, pero tales cantidades pueden tener que aumentar dado el desplazamiento de la tormenta hacia el oeste.
El clima frío se ha relacionado con la muerte de al menos 19 personas en el país desde el 26 de diciembre.
Sin embargo, lo más preocupante no es que el fenómeno siga aumentando, sino que puede repetirse. Mientras el clima continúe cambiando, seguirá siendo impredecible cuál será el próximo fenómeno extremo.
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