No existe nada más embarazoso que llegar de visita a una casa y que el perro de nuestro amigo nos reciba con una inoportuna olfateada a nuestras partes privadas. Bueno, inoportuna para nosotros los seres humanos, porque para el canino se trata de un proceso completamente natural.
Los perros reciben información crucial para su interacción social a través de los olores que despiden nuestros genitales, de la misma manera que dos perros se huelen el trasero cuando se conocen o cada vez que se reúnen. Pero, ¿qué es exactamente lo que necesitan saber, y cómo obtienen dicha información?
Resulta que nuestra piel contiene dos tipos de glándulas sudoríparas: las ecrinas y las apocrinas. Las ecrinas están localizadas en la piel por todo el cuerpo y son las que se encargan de producir sudor con el mero fin de regular la temperatura corporal. Las apocrinas, por otra parte, están localizadas en las axilas, alrededor de la areola y en los genitales.
Las glándulas apocrinas se activan durante la pubertad con el aumento de los niveles hormonales, produciendo un fluido mucho más denso y fuerte que el sudor producido por las ecrinas en el resto del cuerpo. Es por eso que estas regiones del cuerpo huelen mucho más fuerte y debemos usar desodorante, por ejemplo.
Los fluidos producidos por las glándulas de estas regiones transmiten una carga de información en forma de olor que es importante e irresistible para el mejor amigo del hombre. Este olor, casi imperceptible para los seres humanos, se conoce como feromonas.
A través de las feromonas los perros pueden saber los alimentos que la persona ha ingerido, su estado de salud, el sexo, la edad y su estado de ánimo. También pueden detectar si esta persona está embarazada y, si se trata de una mujer, en qué punto exacto del ciclo menstrual se encuentra.
Algunos estados alteran la producción hormonal y son verdaderos magnetos para los hocicos de los canes, dígase después de tener sexo, cuando se está ovulando, amamantando, menstruando, o se está embarazada. Claro que de las áreas que contienen glándulas apocrinas, los genitales es la que queda al alcance de los caninos.
De manera que la próxima vez que los cuadrúpedos acerquen sus narices a tus partes privadas, ten en cuenta lo que esto significa para ellos y la repercusión que puede tener en su futura interacción contigo.
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