Siete de la mañana, el despertador empieza a martillear tu atontado cerebro, pero es una sensación diferente a la del resto de días, hoy ese sonido te toca la moral especialmente. No te hace falta acabar de despertarte para darte cuenta de algo que ya intuías cuando te fuiste a dormir: hoy va a ser un día de mierda.
Frunces el ceño y vas y vienes del baño a tu habitación mientras todo tipo de pitidos insoportables van introduciendo mala hostia en tu cuerpo. Se está cocinando la masacre. Tu día solo puede ir a peor, será uno de esos lunes infinitos en los que metes la pata, tu mente desaparece y solo quieres irte a dormir con la esperanza de que no suceda nada más. Sí, hay días en los que no sabes por qué te has levantado, pero se puede pillar un desvío, se puede sobrevivir a un día de mierda. Aquí te dejamos unos cuantos consejos, que si bien no está científicamente probado que funcionen, a nosotros nos tientan mucho.
Ver Love Actually en bucle y sentirte el ser más profundo del universo
Como si se acercase la Navidad y Hugh Grant viniese a rescatar la poca autoestima que tienes, el “All You Need Is Love” viene para que te regodees en tu propia mierda y llenes tu cabeza de historias de amor imposibles que nadie ha vivido jamás. Te reconfortan los finales patéticos, patéticos pero felices.
Transformarte en un proyecto de Bridget Jones y reinventar tu drama
En tu cabeza repites: “¿Por qué todo me pasa a mí?”. Lo haces por encima de irritantes letras y canciones lacrimógenas, como si de un videoclip se tratase. Necesitas expulsar toda la tontería que tienes en tu interior y para eso has recopilado en tu mente los peores momentos de tu vida. Aprovechas y te transformas en Bridget Jones.
Beber en soledad al final de la barra y guardar la estrella del Sheriff en tu bolsillo
Utilizas el “ponme lo más fuerte que tengas” y empiezas una aventura destructiva en la que acabarás siendo la persona más malota del barrio. Acabarás dándolo todo y el barman te invitará a todas las copas. Haciendo amigos…
Vale, sí, esto no mejorará el día, pero probablemente te haga olvidarlo.
Abrir el cajón de mierda y escribir hasta al Papa
Cuando tienes un mal día, tu cabeza tiende a viajar al pasado y hace uno de esos barridos de caras en los que te acuerdas hasta del apuntador. Pilla tu agenda y retoma los contactos, es bueno saber que no estás solo, incluso regodearte de lo bien que te va ante aquellos que no veías desde hace tiempo.
Monta la fiesta del año y haz que se olviden de la Presley
Sí, es muy simple, pero funcionamos así. Dame un viernes y te venderé mi alma, dime que ya es miércoles y el martes habrá sido una pesadilla, producto del lunes. Vivimos para darlo todo, así que dale al coco y algo florecerá en tu interior. Ya está aquí la esperanza que perdiste en tu desayuno: una fiesta por todo lo alto. Sabes que lo mejor viene cuando todos los gatos son pardos, de noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario