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lunes, 15 de diciembre de 2014

La Línea Entre: Estoy Superando Una Ruptura Y He Conocido A Alguien

Tan difícil es dejar a alguien como ser dejado. La verdad es que terminar una relación siempre es duro, sobre todo si se trata de una historia larga, que ha durado años, con alguien a quien sin duda has amado, con quien lo has compartido todo, que se ha convertido en la persona que mejor te conoce, pero a quien por más que has dado, ha llegado el momento en que has dejado de amar. Tomar la decisión nunca es fácil, puede costarte meses y, aunque al final des el paso, no significa que vayas a estar bien, que vayas a olvidar a una persona, todo lo que has vivido, todo lo que has sentido de manera rápida e indolora. Y lo mismo ocurre cuando quien toma la decisión de romper no eres tú.

Superar una ruptura cuesta tiempo, alcohol y lágrimas. Es cierto que cada persona puede llevarlo de una manera u otra y que dicen que para saber cuánto tiempo vas a tardar en olvidar a una persona has de dividir entre tres el tiempo que habéis estado juntos, que ese es el tiempo que debes llorarle. Pero ni el amor ni el desamor son matemáticas, así que lo mismo que no existen reglas para amar, tampoco existen para olvidar.

Durante el largo camino que supone superar una ruptura, es normal llorar mucho, no importa que estés solo o con tus amigos, darle vueltas a lo que ha fallado de tu relación, arrepentirte de lo que no has hecho, de lo que no has dicho, de haber roto. Irte de bares con tus amigos, emborracharte y ahogar tus penas, conocer gente, tener sexo esporádico, cambiar tu rutina, cambiar tu imagen, apuntarte al gimnasio, ir de compras, pensar en ti, centrarte en ti, madurar y tener más claro lo que quieres.

Lo que no es normal es acabar una relación y rápidamente meterte en otra. Superar la pérdida de una persona conlleva pasar por una serie de fases: negación-ira, -negociación-depresión, y aceptación. No importa el ritmo, ni si te saltas alguna, pero pasar por este periodo es absolutamente necesario.

Y puede que hayas roto recientemente con tu pareja y que de repente aparezca una persona que reúna todo eso que querías en tu ex, pero que nunca tuviste. Entonces, cegado por el vacío que sientes al estar solo después de tanto tiempo, por el conjunto de las virtudes que siempre deseaste y que parece que tiene tu nuevo ligue, inicies una relación con toda la ilusión del mundo, pero demasiado rápido; una relación que en sus inicios parecerá perfecta, pero que se tratará solo de una ilusión. Porque si fue una relación importante, tarde o temprano empezarán a asaltarte los recuerdos de tu ex, comenzarás a comparar a tu nueva pareja con él, volverás a acordarte de él, te arrepentirás de todo y acabarás llamándole de nuevo. Porque aún le quieres, no te ha dado tiempo a olvidarte de él y por el camino has perjudicado a una tercera persona.

Así que date tiempo. Solo cuando realmente hayas superado una ruptura, estés bien contigo mismo y tengas claro lo que quieres, podrás abrirte para conocer a alguien de manera total y sincera y podrás iniciar una relación que pueda tener un futuro. Cuando ese momento llegue, lo sabrás, pero hasta entonces, todos tus intentos estarán inevitablemente abocados al fracaso. Y no te tortures pensando que hay trenes que solo pasan una vez, si hay que ir, se irá; en tren, en barco, en bicicleta o andando… aquí lo importante no es el cómo, sino el cuándo.

“El tiempo es el mejor autor: siempre encuentra un final perfecto” Charles Chaplin

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