El fútbol ha sido pirateado desde que se inventó internet, incluso antes, con los decodificadores de canales de pago. Aunque las redes sociales indican claramente en sus términos de uso que “respetan la propiedad intelectual” los piratas de la red siempre se las ingenian para escapar de los controles.
De poco le está sirviendo a Facebook tener sus propias herramientas para rastrear contenidos ilegales: desde hace meses un entramado de webs piratas de fútbol utiliza la aplicación Facebook Live para retransmitir partidos de la Liga, Champions y otras competiciones como la Premier o la liga mexicana, tal y como cuenta Verne.
Para no ser detectadas, estas webs publican en sus respectivas páginas de Facebook, artículos, fotografías y gifs relacionados con el mundo de fútbol. Todo parece contenido legal pero cuando llega la hora de retransmitir un partido crean perfiles intermedios que anuncian la hora del encuentro que se redirigen y enlazan unos a otros, hasta formar una cadena en la que al final hay páginas web que pinchan la señal y la emiten.
Si se quiere ver el partido desde Facebook basta con darle a “Me gusta” a la página originaria, que se camufla como una más de aficionados al fútbol que llenan las redes sociales. Un ejemplo claro es la página Capitanes del Fútbol, que alardea de evitar cualquier tipo de bloqueo.
Tanto los perfiles como las webs emisoras son temporales y la mayoría son eliminados cuando acaba el partido. En la mayoría de las ocasiones, la señal que pinchan y que se emite es la del canal BeIN Sport Ñ, que es el que se emite en Estados Unidos en lengua hispana.
Esta nueva forma de piratería contrata los partidos de forma legal, después se hace con un software gratuito de transmisión de vídeo y sincroniza la señal con Facebook a través de una clave que da la red social para cada vídeo en directo. A decir verdad el resultado es idéntico a lo que se ve en la pantalla original.
Estos piratas no se lucran directamente ni hacen dinero con estas retransmisiones que llegan a juntar a cientos de miles de espectadores y acumulan millones de reproducciones, aunque les son muy útiles para atraer usuarios y público a sus páginas de artículos y noticias de fútbol, donde incluyen publicidad.
De esta manera, la ley lo contempla como delito por lucrarse de manera indirecta. Sin embargo, los usuarios no tienen de qué preocuparse ya que no sacan ningún beneficio registrado en el Código Penal.
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