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sábado, 25 de febrero de 2017

Esta Mujer Drogaba Bebés y los Metía Vivos en Ataúdes. ¡No Podrás Creer el Motivo!

¨Siempre ayuda al que más lo necesita y es allí donde descubrirás el verdadero sentido de la vida¨, mientras Irena Sendler era niña su padre le repetía esta frase. Luego a sus 7 años, su padre falleció y desde entonces, ella decidió hacerle caso en su memoria. 

El papá de Irena era médico y, mientras estuviera a su alcance, ayudaba a todas aquellas personas de bajos recursos que no podían permitirse costear sus vidas. Pero lamentablemente murió de un virus denominado Tifus. Sin duda alguna este fue un gran golpe para su hija quién pasaba la mayor parte de su tiempo con él. 

Al crecer, ella se gradúo en enfermería y trabajaba en Bienestar Social de Varsovia. Allí ella realizaba su trabajo sin recibir pago a cambio, además buscaba por todos los medios comida para darle a los más necesitados. Irena fue criada como católica, pero esto no fue un impedimento para que atendiera a aquellos que pensaran diferente.

Todo empeoró cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial en 1939, allí los alemanes dieron inicio a misiones cuyo objetivo principal era eliminar a toda aquella persona que no fuera nazi, es decir, a todos los que pensaran diferente. 

Irena no podía aguantar tanto abuso, golpes y fusilamiento de niños, por lo que decidió realizar algo al respecto. Ella junto a otros compañeros comenzaron un plan que pretendía salvar a todos aquellos pequeños judíos que no tenían ningún otro destino más allá de la muerte. 

Muchos niños fueron salvados gracias a las ingeniosas ideas de Irena y es que los colocaba en bolsas,maletas, cestas de basura, inclusive dentro de ambulancias con otros enfermos mientras eran llevados al hospital. Sin embargo, las cosas empeoraron cuando comenzaron vigilancias intensas por parte de los nazis, por lo que ella decidió comenzar a drogar a los pequeños para luego colocarlos dentro de ataúdes. Su convicción logró salvar a más de 2500 niños de que fueran asesinados de formas crueles y brutales. 

Recuerdo a Elzunia, era la más pequeña de todos, tan solo tenía 5 meses y yo no tuve más opción que meterla dentro de una caja de madera que iba a ser llevada en un cargamento de ladrillos¨, explicó ella. Lo más sorprendente es que Irena guardo un registro de absolutamente todos los niños que salvó en el jardín de su vecina. Desafortunadamente fue descubierta por los nazis con alrededor de 10 ataúdes. Ella fue brutalmente torturada, sin embargo, jamás habló sobre el paradero de ninguno de los niños y a causa de esto fue condenada a muerte.

Ella poseía una estampa de Dios, a quién le rezaba todos los días y le rogaba que la salvara. Fue allí cuando un grupo de compañeros sobornó a un soldado y ella pudo escapar bajo una identidad falsa.

Al terminar la guerra, Irena desenterró todos los archivos de los niños que había salvado y se los entregó al Comité de Salvamento de los Judíos Supervivientes. Aún cuando casi todas las familias de estos pequeños estaban muertos, les ayudo saber de donde provenían. 

Luego de un tiempo Irena conoció a chico con el que se casó y pudo tener 3 hijos. Ella vivió una vida feliz y tranquila, y siempre feliz de haberle cumplido la promesa a su padre, quién siempre pensaba la estaba observando desde el cielo. 

Irena fue nominada en el 2007 al Premio Nobel de la Paz y fue llamada "la justiciera entre las naciones". Lamentablemente falleció en el 2008 a sus 98 años. Sin embargo, dejó una gran lección en la vida de muchas enfermeras y en el mundo entero. Nos enseñó a ser más humanos y a dar más por la vida del prójimo. 


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