Hallado el continente perdido. ¿Qué pasó con él?
Bajo las aguas que rodean a la pequeña Isla de Mauricio, cuyo territorio no pasa los 2040 kilómetros cuadrados, los científicos hallaron evidencias de la presencia de una masa continental que habría conectado una vez a Madagascar y la India, en el supercontinente Godwana.
Durante mucho tiempo, la Isla de Mauricio ha sido un enigma para los geólogos y otros científicos, debido a una curiosa característica: su fuerte atracción gravitatoria. La gravedad de la Tierra no es completamente uniforme en todos los lugares del globo, de hecho puede ser ligeramente más fuerte o más débil, dependiendo de la densidad del material en la corteza local.
La luna está salpicada por muchos mascones, concentraciones masivas como estas, fruto de los restos de meteoritos conformados por metales pesados que hace mucho tiempo se estrellaron contra la superficie y se enterraron donde golpearon.
La Tierra tiene unos pocos también, pero son usualmente las placas tectónicas -el movimiento constante y la reforma de la corteza- las responsables de ellos. Si Mauricio se encuentra encima de un mascon, probablemente sea resultado del movimiento de la corteza que hizo que la masa terrestre existente se rompiera y se hundiera, quedando completamente escondida.
Pero la clave de este hallazgo está en los minerales encontrados en las playas de la isla. Lewis Ashwal de la Universidad de Witwatersrand en Sudáfrica explicó el descubrimiento.
“MAURICIO ES UNA ISLA, Y NO HAY ROCAS DE MÁS DE 9 MILLONES DE AÑOS EN LA ISLA, SIN EMBARGO, AL ESTUDIAR LAS ROCAS DE LA ISLA, HEMOS ENCONTRADO ZIRCONES QUE SON TAN ANTIGUOS COMO 3 MIL MILLONES DE AÑOS”.
Ashwal y su equipo desenterraron el pedazo de corteza de un afloramiento rocoso en Mauricio que había sido cubierto por lava fundida durante erupciones volcánicas en el momento de la formación de la isla.
Cuando analizaron el material en su interior, encontraron diminutos cristales de circonio que eran miles de millones de años más viejos que la propia masa terrestre.
El hecho de que los cristales estuvieran hechos de circonio – una piedra preciosa común que puede venir en tonos incoloros, amarillos, rojos, marrones, azules y verdes -fue suficiente para alertar a los investigadores que lo que observaban no provenía del océano.
Los zircones se forman principalmente a partir de los granitos de antiguos continentes que una vez se extendieron por la superficie de la Tierra y, una vez que el equipo fechó los cristales entre 2,5 y 3 mil millones de años, consideraron que es una fuerte indicación de que pertenecían al continente Mauritia.
Este descubrimiento es monumental puesto que ilustra la imagen de un continente antiguo que se fragmentó en pedazos, algunos de los cuales terminaron siendo anclados por debajo de la masa terrestre actual que compone la isla de Mauricio hoy.
Asimismo, explica el misterio de por qué algunas partes del Océano Índico han probado tener campos gravitacionales más fuertes que otros. ¿Qué te parece?
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