Brasil es no de los países en los que existe una diversidad impresionante. Sin embargo, el racismo, el clasismo y discriminación siguen existiendo. Estigmas adjuntos al color de piel, causan infinidad de prejuicios, incluso entre los niños.
Rosamere Fernanda de Andrade, una mujer de color, y su ex esposo Joao, también un brasileño de piel oscura, son papás de dos niños de piel de color y tres de piel blanca. Para sus vecinos ha sido sorprendente y por supuesto, motivo de espantosos rumores.
Cuando Rosamere dio a luz a Ruth, pensó que las enfermeras se habían equivocado y que le habían dado a la niña de otra mujer, pero no, Ruth nació albina; una enfermedad en la que la piel, los ojos y el cabello carecen de melanina (la encargada de darles color).
Estefani, su tercera niña, también nació con esta condición y fue ahí donde Rosamare confirmó que en realidad ella y Ruth era sus hijas. Kauan, su cuarto hijo, también nación con esta condición.
Sus hijas más pequeñas, Rebecca y María, nacieron sin la afección. Ha sido difícil para ellos vivir en su comunidad y tener que soportar los rumores y las burlas, principalmente porque muchas personas dicen que sus tres hijos tienen una maldición. Su hermano mayor, Joao, siempre los defiende y no deja que los ataquen
Además de tener que lidiar con las críticas de la comunidad, los tres hijos albinos de estos brasileños deben tomar medidas drásticas en cuanto al cuidado de su piel, por ejemplo: es indispensable que se coloquen protector solar SPF 100 varias veces al día. La exposición solar puede causarles terribles afecciones a su vista y son propensos a contraer cáncer de piel. Por esto, su madre solamente los deja salir a jugar cuando el sol ya se metió
El albinismo se encuentra en los genes y Rosamere y su esposo, ambos lo tienen, por lo tanto es probable que cualquiera de sus hijos, incluso los que no son albinos, tengan un hijo que sí lo sea.
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