Afortunados son aquellos que nunca han estado en un terremoto, o siquiera un temblor. No conocen esa aterradora sensación de la tierra moviéndose bajo sus pies y las paredes doblándose y el cuerpo que no se puede ni sostener.
Y mucho más aterrador debe ser cuando el terremoto golpee durante una tarde familiar alrededor de la piscina, justo como le sucedió a esta familia.
Esto fue durante el terrible terremoto de Nepal el 25 de abril de 2015, un sismo de 7.8 grados Richter que cobró la vida de hasta 9 mil personas. Y que causó un verdadero terror en el Hotel Kathmandu, simplemente sobra ver la forma en que se mueve el agua de la piscina.
Una catástrofe de esta magnitud no se vive todos los días y es en esos momentos cuando todos debemos estar más juntos que nunca. Y aunque no sean familia, ayudarnos mutuamente, así como pasó en este hotel donde, afortunadamente, no hubo ninguna tragedia que lamentar.
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