Cuando Natalie Olivieri, vicepresidenta del refugio para animales Furever Bully Love Rescue, vio a la perrita Harper, notó inmediatamente que había sufrido abuso.
Harper fue rescatada de una granja en Florida junto con otros cinco perros”, dijo Natalie. “Tan pronto como Harper llegó al refugio, corrió a esconderse asustada”.
Natalie también notó que la perra tenía cicatrices en su cuerpo y su cabeza. Era obvio que debía haber sufrido abuso. Fue tratada por anemia, gusanos y algunas infecciones, pese a ello, aún tenía algunas cicatrices emocionales que eran mucho más difíciles de curar.
Por suerte Harper pronto fue adoptada y su mejoría fue evidente, ahora es mucho más confiada y ha logrado entender que ahora todo es amor y cuidados para ella.
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