La profesión de los bomberos es bastante complicada, ya que arriesgan sus vidas con tal de salvar la de otros. Pero este bombero fue más allá de cumplir con su trabajo e hizo algo admirable. En 2011, Marc Hadden recibió una llamada que cambiaría su vida para siempre. Una mujer se quejaba de un dolor abdominal muy fuerte y su unidad de bomberos acudió al lugar.
Se dieron cuenta que la mujer estaba embarazada y había entrado en labor de parto. Sin embargo, no les dio tiempo de llegar al hospital y la mujer dio a luz en la ambulancia. Curiosamente a Marc le entregaron a la niña en los brazos cuando nació y él sintió una conexión especial.
Al llegar al hospital, Marc se enteró de una noticia que le impactó. La niña iba a ser puesta en adopción y él supo de inmediato lo que debía hacer. Sin dudarlo ni por un segundo, decidió adoptar a la niña cuya vida había salvado y hacerse cargo de ella.
La pequeña ahora se llama Gracie y es una niña sana y feliz. La familia Hadden la adora y como parte de su crianza le contaron la verdad sobre su nacimiento. Ella sabe que su padre la trajo a la vida en una ambulancia y está encantada con ser la hija de su mayor héroe.
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