Simplemente pensar en perder a tu bebé es de lo más espeluznante que le pudo pasar a un padre… realmente perderlo es inimaginable. Tal vez no haya dolor más grande. Y eso fue por lo que pasaron los papás de Matheo cuando un par de adolescentes robaron su auto y arrojaron al bebé por la ventana.
Matheo, de apenas 4 meses estaban de paseo en el auto con se acercaron dos jovencitos de no más de 18 años. Amenazaron a la mamá con la pistola y la bajaron del auto, ella intentó tomar al bebé que estaba en su sillita en el asiento trasero. Pero no se lo permitieron, arrancaron el auto, a los pocos metros, su mamá vio cómo arrojan al bebé por la ventana y cae al asfalto.
La mamá no lo podía creer, aterrada se acercó a su pequeño y se dio cuenta que había ocurrido un milagro: ¡Matheo seguía vivo! Y no sólo seguía vivo, no sufrió ningún daño severo. Los papás estaban sin palabras, sólo con lágrimas de la impotencia, con el dolor de pensar que podrían estar sin su bebé, pero felices y agradecido de seguir juntos y saber que todo estaría bien.
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