A través de las redes sociales y haciendo un llamado a sus simpatizantes en Europa, el grupo terrorista ISIS (estado islámico) está ofreciendo un millón de dólares a aquellos que asesinen a la estudiante iraní-kurda de nacionalidad danesa, Joanna Palani, según lo hizo público el portal Al Arayiba.
¿Por qué un grupo tan abominable como ISIS está ofreciendo semejante cantidad por su cabeza? Sencillo y complicado a la vez: Palani, una joven mujer de 23 años, ha ejecutado a 100 de sus adeptos y es algo que este grupo terrorista islámico no está dispuesto a perdonar.
Actualmente es estudiante de política y filosofía en la capital danesa y está enfrentando un juicio del Tribunal de la Ciudad de Copenhagen por integrarse a un grupo armado extranjero, recibiendo quizá una pena de seis meses en prisión.
La joven fue detenida en 2015 al serle retenido su pasaporte después de un año fuera de este país combatiendo con los peshmerga (fuerzas armadas del Gobierno Regional del Kurdistán) y también en las filas de las Unidades de Protección Popular (YPG) que respaldan al pueblo kurdo.
Palani nació en un campamento de refugiados de la ONU en Ramadi (ciudad iraquí) después de que su familia huyera de su lugar de origen durante la guerra del Golfo, en el periodo de 1990-1991.
¿Qué la orilló a este estilo de vida?
A los nueve años aprendió a disparar un arma, y era tan solo una adolescente cuando salió de Copenhagen para dirigirse a Siria. En su cuenta personal de Facebook, Palani comentó que estaba inspirada:
“A luchar por los derechos de las mujeres, por la democracia, por los valores europeos que aprendí como una chica danesa”.
Se unió al continuo levantamiento contra el gobierno sirio de Assad, a raíz de la Primavera Árabe, y luego contra ISIS; luchó contra ellos en Kobane (ciudad siria en la frontera con Turquía) mientras formaba parte también del YPG. Ayudó a liberar a las niñas yazidi que fueron encarceladas como esclavas sexuales mientras luchaban junto al peshmerga en Irak.
La hija incómoda de Dinamarca
Sus actividades llamaron la atención del gobierno danés, que prohibió a Palani que viajara de nuevo a Qatar. En 2015 desobedeció la orden y pasó alrededor de tres semanas en Vestre Fængsel, la cárcel más grande de Dinamarca, además que le confiscaron indefinidamente su pasaporte. La chica cree que es vista como un terrorista en su propio país y vive escondida, cambiando de ubicación constantemente por miedo a represalias
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