Una tienda en la ciudad de Chihuahua en México ofrece una espeluznante imagen: dicen que los vestidos de novia que luce en su vitrina están puestos en un cadáver de mujer.
A raíz de ello, es que se ha convertido en un destino turístico obligado para quienes visitan esa ciudad.
En un principio, la gente no sabía que se trataba de un cadáver real y sólo llamaba la atención el hiper realismo del supuesto maniquí. Al acercarse era más notorio aún: manos venosas y ásperas, pelo enredado, rubor en las mejillas… no era un clásico maniquí de las tiendas.
La tienda se llama “La Pascualita” y cuentan que todo comenzó cuando la hija de la dueña del local murió. La joven falleció por la picadura de una vida negra un poco antes de casarse. Esta madre tenía una relación muy estrecha con su hija, por lo que la pérdida la dejó muy mal.
Es por eso que decidió embalsamar el cuerpo de su fallecida hija y ponerle el vestido de novia que no tuvo la oportunidad de usar… así la vería todos los días.
Al enterarse de esto, los vecinos alertaron a las autoridades sobre las extrañas prácticas de la dueña del local, pero ella lo negó todo.
Ahora, el dueño se llama Mario González y trata de mantener viva la historia del maniquí, así atrae más turistas. Sin embargo, son pocos los que dicen que el cuerpo es real.
Todavía surge la duda de si es sólo mucho realismo, o realmente esta historia ocurrió.
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