En la localidad de Salzburgo, al oeste de Austria, están buscando a un hombre que viva en una ermita que está colgada a 1.400 metros de altura, al borde de una roca de los alpes austriacos.
Ser hombre y cristiano son los requisitos primordiales para quienes deseen optar al puesto, además, no hay sueldo ni Internet, las únicas retribuciones son las grandes postales que hay desde el lugar y el alojamiento gratis. A la ermita solo se puede acceder caminando, medio por el cual también llegan, muy pocas veces, los turistas.
El párroco de la ciudad, Alois Moser, está recibiendo las postulaciones a través de mail, pero según él, las verdaderas causas de quienes quieran optar por el puesto de ermitaño, son las que están plasmadas en cartas que llegan a través del correo, ya que ahí se ven las reales motivaciones e intenciones para poder vivir en la ermita.
Las solicitudes se estarán recibiendo hasta el 15 de marzo, para luego pasar a una entrevista con el alcalde de la ciudad.
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