Recuerdo que alguna vez, viajando camino a la playa me tocó ver a un burro, cargando a otro burro. Ambos iban caminando a un lado de la carretera, con el dueño arreándolos con una vara. Pensé: “Pobre burrito, espero que se turnen”.
Eso es probablemente lo más extraño que me ha tocado ver en los kilómetros de carretera que he acumulado a lo largo de mi vida.
Pero mi experiencia no se compara en nada a la de Malissa Sergent Lewis, quien conducía camino al trabajo, en alguna carretera de Kentucky, Estados Unidos. Como iba un poco atrasada, tomó un atajo por un camino que no acostumbra transitar.
Entonces vio a lo lejos algo que parecía una bolsa de plástico. Conforme se acercaba fue desacelerando, pues aquella cosa estaba en medio de la carretera.
Cuando se acercó lo suficiente, detuvo su marcha y notó que, efectivamente, era una bolsa de plástico que se estaba moviendo, no por el viento, sino porque había algo vivo en su interior.
Malissa no podía creer lo que veía, ella recuerda: “Vi la bolsa de basura en la carretera y no pude dejar de preguntarme ¿acabo de ver que la bolsa se movió?” Ella estaba atónita.
Cuando estuvo segura se acercó para liberar a un pequeño cachorro que estaba en su interior. Llevaba un collar sin placa de identificación y estaba bastante confundido.
Cargó al perrito y se lo llevó consigo. Malissa hizo el esfuerzo por encontrar a los dueños, pero lo cierto es que seguramente no lo iban a reclamar, de hecho, imagino que negarían categóricamente siquiera conocerlo.
Pero resultó ser mejor así, Malissa y su familia lo nombraron “Hefty” (Fuerte), y decidieron adoptarlo.
El cachorrito ahora está sano, feliz y en muy buenas manos. Podemos estar seguros de que, Hefty, nunca más terminará dentro de una bolsa de basura en medio de la carretera.
¿Puedes imaginarlo? Saca la bolsa de basura de su cajita de cartón, se moja los dedos con la lengua para poder abrirla, carga al cachorrito que seguramente le lame la cara pensando que el humano está jugando con él, lo mete en la bolsa, se sube a su coche, maneja hacía algún lugar poco transitado, abre la ventana y lo tira justo en medio del asfalto.
Si, lamentablemente existe gente que hace eso y duerme tranquila por la noche. Pero, afortunadamente hay personas como Malissa que siempre estarán listas para remediar el mal que esos monstruos hacen.
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