Cuando era pequeña me atormentaba la idea de saber que existían miles de organismos que no alcanzaba a ver por sus diminutos tamaños y que, probablemente, morían atropellados por las pisadas nuestras. Así que crecí pensando que debía estar atenta a cada sonido, vibración, olor, color. Aunque no puedo distinguir a los microorganismos que conviven con nosotros o a los minúsculos insectos que deambulan, soy consciente de que compartimos el mundo con muchos seres que no percibimos. Sin embargo, otros animales sí pueden hacerlo. Por eso, me animé a contarles este suceso.
En Australia, hace un par de semanas, un hombre paseaba a sus perros, mientras uno de ellos olfateó a un ser vivo indefenso de menos de un gramo. El perro halló a un planeador de plumas, también conocido como el ratón volador australiano o el gusano deslizante.
Este mamífero es un marsupial oriundo de Australia. Es el mamífero más pequeño del mundo.
Una de las características del marsupial es que su desarrollo en el útero de la madre es muy corto, suele completar el crecimiento afuera, en el marsupio de la madre, es decir, una bolsa que se halla muy cerca de las glándulas mamarias. Probablemente, este ratoncito volador se cayó de la bolsa de su madre y se quedó indefenso y perdido. Cuando el perro y su dueño lo hallaron, inmediatamente lo trasladaron hacia el hospital del zoológico australiano Wildlife. Allí, el ratoncito sin pelo, débil y famélico, recibió atención. Los veterinarios esperan que crezca sin dificultades y que cuando alcance la adultez pueda ser liberado a su medio natural.
Un detalle importante que no podemos pasar por alto en esta anécdota es el trabajo que realizan los especialistas y voluntarios en este zoológico. Pues la institución también se dedica a brindar protección a los animales abandonados.
En Australia tienen, incluso, una estampa dedicada a este diminuto mamífero.
Como verás, todos los días nos topamos con seres diminutos que no podemos ver, oler, escuchar… a veces se trata de estar atento; otras, nuestras propias mascotas se encargan de sentir ese mundo no audible e invisible para nosotros.
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