Este hombre con Parkinson probó la marihuana por primera vez y mira lo que sucedió

Desde hace 10 años, Larry consume más de 20 medicamentos al día para mantener controlada la enfermedad, pero con ninguno tuvo un resultado como este.

Alrededor de 5 millones de personas en el mundo sufren de Parkinson, enfermedad que se caracteriza por afectar y degenerar el sistema nervioso, lo que se manifiesta a través de la falta de coordinación, rigidez muscular y temblores constantes. Desafortunadamente, hasta ahora no existe una cura para quienes padecen de este síndrome, el que en niveles más severos puede llegar a paralizar completamente a alguien.

Una de las millones de personas que poseen esta enfermedad es Larry Smith, un exagente de policía estadounidense de 55 años, cuyo diagnóstico fue entregado hace 10 años y desde entonces toma más de 20 medicamentos para disminuir los síntomas.

Sin embargo, ninguna de esas medicinas ha tenido un efecto 100% positivo en su vida, ya que Larry también padece de discinesia, un trastorno involuntario de movimientos que le impide mantenerse quieto, por ende, le es imposible hacer tareas comunes del día a día.

En su intento de mejorar su salud, muchos de sus cercanos le comentario que sería buena idea probar con aceite de marihuana para aminorar los síntomas, especialmente por no conseguir los resultados deseados en la medicina tradicional.

Así fue como el expolicía viajó desde su residencia en Dakota del Sur a California, dado que en este último estado está permitido el consumo de cannabis, a diferencia de lo que ocurre en su ciudad; consigna DiarioPanorama.

Una vez allí, Larry pudo experimentar por sí mismo lo que muchos le habían comentado. Tras colocar unas gotas de aceite de cannabis bajo su lengua, y luego de algunos minutos, el hombre comenzó a tener pleno control de su cuerpo. Sus manos recuperaron su rigidez, además consiguió hablar sin ninguna dificultad.

Larry quedó definitivamente impactado con los resultados, ya que incluso pudo recostarse y descansar sus brazos atrás de su cabeza, tal como lo hacía antes que el Parkinson dominara su vida.