Una de las mayores responsabilidades de una madre con respecto a su recién nacido es garantizar su alimentación. La leche materna es de acuerdo con los científicos el alimento más completo que se encuentra en la naturaleza, sin embargo, muchas madres optan por dar a sus bebés formula, que si bien no es tan completa, les permite a las mujeres tener algún tipo de independencia.
La historia de Sarah Boyle es justamente a la inversa, a sus 26 años y como madre primeriza sintió que tocaba el cielo con sus manos el día que le presentaron a su pequeño hijo, a quien bautizó Teddy. Sin embargo, pese al instinto natural de cualquier bebé, Teddy se negaba a tomar el pecho de su madre.
“Cada vez que le ofrecía el pecho, Teddy se angustiaba y empezaba a llorar”, declaró Sarah al diario británico The Daily Mail. Lo que en principio parecía una curiosidad, alarmó a su ginecólogo, que de inmediato ordenó que se le hicieran una serie de exámenes.
A los pocos días a Sarah se le diagnosticó cáncer de pecho, aparentemente el pequeño pudo identificar que algo no andaba bien con la salud de su madre y su manera de reaccionar le salvó la vida. Hoy Sarah y su hijo viven una vida feliz y plena.
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