Un nuevo fénomeno natural nos lleva hasta Siberia, si hace tan solo unos meses fuimos testigos de su suelo que se movía como un flan, ahora es el cráter Batagaika que no deja de crecer. Este cráter es también conocido como “Puerta al infierno”, y se encuentra dentro de la región más fría de toda Rusia, la República de Sajá-Yakutia.
Su origen se remonta tan solo 25 años atrás, cuando parte del terreno comenzó a hundirse como consecuencia de la tala de parte del bosque. Desde este momento el tamaño del cráter no ha parado de crecer, concretamente unos diez metros al año (aunque en los años más cálidos ha llegado hasta 30), por lo que parece que el calentamiento global es responsable directo.
Actualmente es el cráter más grande, ya ha alcanzado el kilómetro de longitud y va por los 86 metros de profundidad. La situación es crítica, ya que al no dejar de crecer se encuentra muy próximo a un valle que en los próximos meses puede quedar totalmente colapsado. En cuanto al alcance de su profundidad, ha desenterrado varios bosques que permanecían bajo tierra desde hace 200.000 años.
Las previsiones no son mucho mejores, y es que el ritmo de crecimiento del cráter está exponiendo reservas de carbono, debido a la descongelación del permafrost (capa del suelo permanentemente congelada) por primera vez en miles de años. Las bacterias se encargan de convertir este carbono en metano, que llega hasta la atmósfera y acaba por acelerar el calentamiento global, de ahí que sea la puerta del infierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario