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miércoles, 5 de abril de 2017

Malasia se niega a prohibir el matrimonio infantil

Uno de sus parlamentarios asegura que las niñas de 9 años "están listas física y espiritualmente" para el matrimonio
Malasia no penalizará el matrimonio infantil. El parlamento del país ha discutido este martes el proyecto de ley sobre delitos de abuso sexual infantil, aunque sin criminalizar el matrimonio concertado a las que miles de niñas se ven obligadas a aceptar.


"A la edad de 9 años las niñas están listas física y espiritualmente para el matrimonio", fue la respuesta del parlamentario Shabudin Yahaya a la propuesta de la oposición de poner fin a este drama en Malasia.

Por si no fuera poco, Shabudin señaló que "no había nada de malo" en que una víctima de violación se casase con su violador, ya que según él así no se enfrentaría a un "futuro sombrío", tal y como recoge Reuters.

En el país del sudeste asiático, la ley civil permite el matrimonio a partir de los 18 años, aunque los menores de 16 pueden hacerlo con el beneplácito del jefe de Estado. Bajo el amparo de la ley islámica, los niños menores de 16 años también pueden casarse si cuentan con la aprobación de los Tribunales de la Sharía. Normalmente, los permisos para contraer matrimonio con menores se conceden sin supervisión y el sistema ha permitido que los violadores puedan casarse con sus víctimas para evitar penas de cárcel.

Shabudin señaló que "no había nada de malo" en que una víctima de violación se casase con su violador, ya que según él así no se enfrentaría a un "futuro sombrío".
La propuesta penaliza el "grooming", o lo que es lo mismo, hacerse amigo de los niños como preludio al abuso sexual. También penaliza hacer y poseer pornografía infantil, que será castigado con 30 años de cárcel como máximo y seis latigazos.

Aún así, esta ley es muy frágil porque el sistema judicial criminal malayo es muy débil. La mayoría de denuncias por abuso sexual en el país no culminaron en ningún proceso exitoso. Tan solo 140 de 12.987 denuncias entre 2012 y 2016 terminaron en condena.

El problema se acentúa en la comunidad Rohingya, donde cientos de niñas son raptadas y vendidas como esposas después de huir de Birmania a Malasia. Son consideradas una de las minorías étnicas más perseguidas del mundo, apátridas y sin derechos por el gobierno.

Los traficantes de personas que trabajan en el sudeste asiático prometen a las niñas tras raptarlas de los campamentos de refugiados de Birmania, un viaje seguro a Malasia, donde el grueso de la población son hombres. En cambio se encuentran con otra realidad, a menudo son violadas por los traficantes y vendidas como esposas para cubrir la demanda de matrimonios en el país.

Cada siete segundos una niña es obligada a casarse en el mundo. Si la tendencia actual continúa, este problema afectará a más de 140 millones de niñas en 2020 principalmente en el sudeste asiático y África, según la Fundación Plan España. Y Malasia, no parece querer revertir el drama.

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