La banda abusaba de tantos niños en el pueblo, que la situación se convirtió en un secreto a voces… y el pequeño la escuchó.
La historia de este pueblo es terrible. Sammy Woodhouse es la cara visible de Rotherham, el lugar de Inglaterra donde 1.400 niños han sido violados en los últimos 16 años. Pequeños que han sido amenazados con gasolina, escuchando que iban a ser quemados vivos, apuntados con pistolas, o que han tenido que ver otros abusos con la advertencia de que si decían algo, ellos serían los próximos.
Una realidad que los vecinos conocen… pero nadie hace nada. La policía no se entromete, ya que se excusan tras el modo en que operan los repugnantes delincuentes.
Hombres de casi 40 años “enamoran” a sus víctimas que en su mayoría tienen menos de 15 años… y luego comienza la violencia.
Sammy tenía 14 cuando conoció a Ashid. Él la esperaba fuera del colegio, la llevaba a comer, le compraba regalos e incluso la llevaba a conocer a su familia. Ella no entendía mucho, pero veía que él se preocupaba por ella. Llegó a quererlo…
Hasta que todo explotó. La golpeaba rutinariamente, la encerraba dejándola sin clases y la violaba. La dejaba tirada medio desnuda en una cama hasta que era encontrada… pero nadie excepto sus padres intentaban hacer algo.
La policía decía que ella consentía lo que hacía el hombre, por lo que no podían involucrarse. ¿Lo peor? Los hermanos de Arshid hacían lo mismo y formaban juntos la peor banda que atacaba a varios niños del pueblo.
“Yo contaba lo que pasaba entre nosotros. No era un secreto que nadie supiera… lo culpo a él y también a todos los profesionales que fallaron, que los ayudaron y que cubrieron lo que hacían”.
A los 15 años, la adolescente quedó embarazada (luego de haber abortado un año antes del mismo hombre) y hoy su hijo tiene esa edad. Lo que pasaba -y lo que le pasó- es un secreto a voces, y el pequeño hizo la pregunta que ella tanto temía.
“Mamá, ¿Soy un bebé de violación?”.
Con dolor pero con fortaleza, ella tomó su mano y le dijo que no, que él era SU bebé.
Después de esto, Sammy Woodhouse ya no se esconde. Tomará acciones en contra de las autoridades que no cumplieron en protegerla, mientras ve cómo Arshid y sus hermanos Basharat y Bannaras son condenados.
Los primeros dos son culpables de 38 delitos, incluidos violación, rapto, violencia e incluso forzar a sus víctimas a tener relaciones sexuales con los otros. Bannaras, por su parte, responde a 10 delitos: dos casos de violación incluidos.
Parece que cosas así serían imposibles… pero no. Estas historias no deben repetirse (¡no deberían existir!) y tras leer esto, esperamos que todos hagan algo cada vez que presencien CUALQUIER tipo de abuso, hasta el más mínimo.








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