¿Imaginas un lugar en el mundo fuera de la espiral capitalista? ¿Sin gobierno? ¿Sin clases sociales? ¿Sin imperativos religiosos? ¿Sin dinero? Deja de imaginar porque ese lugar ya existe, está en la India y se llama Auroville. ¿Te lo crees?
El origen
Auroville fue fundada en 1968 y ha sido reconocida por la UNESCO como ciudad internacional debido a las más de 50 nacionalidades de sus moradores, en su mayoría indios. En este atípico lugar, conviven sin ningún problema más de 2.000 personas sin sistema político definido, sin religión y sin dinero. Su funcionamiento se basa en una economía colaborativa en la que todos arriman el hombro para el correcto funcionamiento.
La construcción de los edificios se basa en el ahorro energético y la optimización de recursos, por lo que su aspecto es una continua evolución. La ideóloga de este oasis en medio del caos mundial es Mirra Alfassa, más conocido como "la madre".
Esta es la descripción que ella misma hace sobre su obra: "Debe haber un lugar en la Tierra que ninguna nación puede reclamar como propio; donde todos los seres humanos de buena voluntad que tienen una aspiración sincera puedan vivir libremente como ciudadanos del mundo, obedeciendo a una sola autoridad, la de la verdad suprema”.
La ciudad del futuro
Auroville es un referente de lo que deberían ser las ciudades del futuro en cuanto a ecología sostenible. La ciudad desarrolla un multicultivo de cereales, hortalizas y árboles frutales organizados en 15 granjas, que alcanzan una superficie de 160 hectáreas. De esta manera, se aseguran el autoabastecimiento de su población; además son también autosuficientes en leche y productos lácteos.
La ciudad tiene muchos apoyos de la comunidad internacional y ha recibido grandes elogios de figuras tan importantes como el Dalai Lama:
"Estamos profundamente impresionados por el objetivo espiritual detrás de la construcción de la ciudad internacional llamada Auroville. La importancia del esfuerzo para lograr la unidad humana y la cooperación internacional mediante la creación de una ciudad así”.
No sabemos si se crearán en los próximos años oasis tan maravillosos como el de Auroville, lo que deseamos es que este siga siendo ejemplo al mundo de convivencia y saber hacer. Ojalá las grandes capitales occidentales tomaran esta población como ejemplo de convivencia entre los seres humanos.
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