El cura, bajo los efectos del espectro escocés.
El padre Rosendo, natural de Benalmádena, tenía muy preocupados a sus paisanos porque su comportamiento era, de un tiempo a esta parte, “claramente errático, disperso y, sin ánimo de ofender, diríase también que propio de quien gusta de empinar el codo con desaforado frenesí”, en palabras del alcalde de la localidad, Enrique Moya. Un informe elaborado por expertos del Vaticano revela que el motivo de su extraña conducta se debe a que el cura ha sido poseído por el espíritu de Johnnie Walker sin que se sepa cómo.
El tendero escocés John Walker (1805–1857) es conocido en todo el mundo gracias a su hijo Alexander, que eligió su nombre para la conocida marca de whisky. “Cuentan los rumores que la relación entre ambos era tormentosa y que el padre era muy posesivo y autoritario. De ahí que el pobre Alexander, que se sentía culpable porque su éxito eclipsaba la trayectoria paterna, decidiera dar protagonismo a John Walker insertando su estampa en todos sus productos. El padre nunca mostró agradecimiento. Al contrario, no dejaba de incordiar y dicen que sigue haciéndolo aún” sostiene Roberto Lorenzo, experto en destilados.
El Vaticano enviará a Benalmádena a dos expertos en exorcismos para liberar al padre Rosendo de las garras de Walker, que le obliga a insultar a las señoras, a andar sin rumbo por las calles y a dormir la mona en cualquier esquina. “Esperamos que se ponga bien muy pronto y que el espíritu no se adueñe del cuerpo de nadie más”, afirma el alcalde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario