Para no verla sufrir, sus padres decidieron romperle la pierna tres veces al día

Nadie elige nacer con una posible desventaja, ningún padre se lo desea a su hijo o hija, incluso, en ocasiones lo único que quieren sus padres es que nazca bien, que nazca sano. Porque al final del día, harían hasta lo imposible para que su hijo no sufra, pasarían por el sufrimiento ellos antes, sin pensarlo dos veces, es la fuerza de la sangre que alimenta a una familia.

Así fue para la familia Movarek de Kalamozoo, Michigan. La pequeña Elsie había nacido con una malformación que ocasionaba que su pierna izquierda fuera considerablemente más pequeña que la derecha. Así los doctores les dieron dos opciones: amputar su pierna y darle una prostética o romperle la pierna constantemente para que llegara a una longitud adecuada. Su madre, Jackie, optó por la segunda.

Y no fue una decisión fácil, se preguntaban si realmente valdría la pena tanto sufrimiento, si no sería algo demasiado cruel. Si bien deseaban que Elsie creciera como cualquier otra niña y pudiera hacer lo que cualquier otra niña, no hacía menos que debían romperle la pierna diariamente durante meses.

Elsie tenía colocado en su pierna izquierda un aparato que le acomodaba los huesos de la pierna con tornillos, por ello diariamente se le debía dar vuelta a los tornillos, se le tenía que romper los huesos para que pudieran acomodarse en el lugar que debían.

Durante este proceso, Elsie estaba bajo medicamentos para el dolor, aun así, el tratamiento era lento y muy doloroso. También lo era para Jackie que sufría demasiado al ver la pena que le ocasionaba a su pequeña, sobre todo porque era ella quien giraba los tornillos.

Hoy, Elsie tiene 4 años y sus piernas tienen la misma longitud. Desafortunadamente no significa que los problemas hayan terminado, ya que a medida que crezca, sus piernas crecerán a distintos ritmos, por lo que algo similar deberá hacerse cuando alcance el punto máximo de su crecimiento

Aun así, sabemos que la familia Movarek podrá salir adelante, no solamente por la valentía admirable de la pequeña Elsie y la dedicación incasable de Jackie, sino por ese fuerte amor que los une.