Una paciente de unos 30 años estaba siendo operada del cérvix, la parte inferior del útero, cuando se tiró un pedo que, en contacto con el láser que estaban utilizando los cirujanos, incendió el quirófano. A consecuencia de este accidente, la mujer sufrió quemaduras de segundo grado en las piernas y en los glúteos. Los médicos salieron despedidos pero no sufrieron heridas.
Según informa el periódico japonés The Asahi Shimbun, los hechos tuvieron lugar en el Hospital Universitario de Tokio el pasado 15 de abril pero la noticia no ha trascendido hasta ahora, tras publicarse esta semana los resultados de una investigación llevada a cabo por un comité externo. «Cuando el gas intestinal del paciente se filtró dentro de la sala de operaciones, entró en ignición con la irradiación del láser, y la explosión se expandió, alcanzando eventualmente el equipo quirúrgico y causando el fuego», determina el estudio.
Esta reacción se produjo porque los pedos están formados por una combinación de estos gases: dióxido de carbono, nitrógeno, oxígeno y metano, y estos tres últimos son altamente inflamables. Aún así, la mayoría de personas no producen una cantidad tan elevada de ellos en sus intestinos como para provocar una deflagración.
Dado la vergüenza que pasaría la paciente....o es más correcto decir gases?
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