F.J.T.A., coincidiendo con la Semana Santa del 2013, vivió su particular pasión ingresado en el hospital Clínico de Santiago para corregir en quirófano sus problemas de espalda, que implicaron la colocación de varias prótesis de titanio. La rehabilitación dio paso a una etapa de normalidad en el día a día que desde el pasado verano se ha truncado en lo emocional. Todo empezó el 11 de julio cuando este vecino de Boiro, de 54 años de edad, vio su rostro impreso en una de las cajetillas de tabaco que él mismo consume. Se trata de un primer plano, poco favorecedor, en el que existe un gran parecido si se enfrentan al presunto retratado con la fotografía impresa. Un día después, F.J.T.A. se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Boiro para denunciar la utilización de su imagen sin consentimiento.Ayer aseguraba, a la vez que fumaba un cigarro de la misma marca que habría reproducido su retrato sin autorización, que la foto «tuvo que ser tomada mientras me operaba por última vez de la espalda. Fue hace tres años y la sacaron mientras estaba en el preoperatorio, que fue el único momento en el que me pusieron los tubos en la boca para someterme a la intervención, que fue muy compleja. Anteriormente me operé tres veces por el mismo motivo, pero nunca me intubaron la boca, que es como aparezco en la foto. Por eso estoy seguro de que fue en ese momento, ya que la persona que sale en la foto soy yo», explica sin mostrar ninguna duda en sus afirmaciones.
Todos los formatosEl denunciante añade que su rostro, al igual que el resto de imágenes impresas que figuran en estos envoltorios para disuadir a la sociedad de fumar, no solo aparece en las cajetillas de su marca de referencia: «La reproducen en otras muchas, tanto con los cigarros que ya vienen hechos en las cajetillas de toda la vida como en las fundas del tabaco de liar. Lo que no puede ser es semejante atropello», explica, a la vez que recuerda que son varios los vecinos de su localidad de residencia que ya lo pararon por la calle, o contactaron con él, para decirle que lo habían reconocido.
La denuncia presentada en el puesto de la Guardia Civil de Boiro también evidencia que el lema que figura bajo su presunto retrato tampoco le ha gustado especialmente: «Ahí pone que ‘fumar provoca embolias e invalidez’, y yo estoy en esa foto no por las consecuencias de fumar, sino por problemas de espalda».El Sergas asegura que lo investigará y que tomará medidas de confirmarse que es élLa denuncia presentada por F.J.T.A. cogió ayer por sorpresa al Servicio Galego de Saúde (Sergas), que no tenía constancia del expediente tramitado en la Guardia Civil por este vecino de Boiro. Las fuentes consultadas aseguran que todavía no les llegó ninguna notificación de la denuncia presentada, y añadieron: «Cuando nos llegue, o llamen para solicitarnos colaboración para determinar qué pudo pasar, será el momento de aclararlo. Pero antes tiene que demostrarse que la imagen que está reproducida en las cajetillas de tabaco pertenece al paciente que se operó en aquel momento en el hospital Clínico de Santiago».Las mismas fuentes no dudaron en asegurar que, de constatarse que el denunciante es la persona que realmente aparece en estas fotografías, se tomarán medidas: «Es algo que no puede permitirse y que ningún trabajador puede hacer sin consentimiento, y mucho menos si la finalidad que tiene es difundirla, ya sea pagando o no, a una empresa para que haga uso de ella».La Voz intentó, sin éxito, contactar con Altadis, la empresa que gestiona la comercialización del tabaco en España, para conocer su opinión sobre la denuncia presentada.Las demandas ya presentadas por el mismo motivo estaban dirigidas a la Unión EuropeaLa Unión Europea (UE) es la destinataria de las diferentes denuncias presentadas, la mayoría por particulares, que al igual que este vecino de Boiro se reconocieron en las cajetillas de tabaco, o sus propios familiares cuando los presuntos retratados ya estaban muertos. Realmente, las denuncias, que acaban convirtiéndose en demandas, terminan dirigiéndose a la Comisión Europea (CE), organismo encargado de proponer las fotografías para las advertencias sanitarias que deben figurar en los envoltorios de tabaco que se comercializan en la UE.En España ha sido especialmente sonada la reclamación de una residente en Barcelona que denunció a la Unión Europea por, a su entender, utilizar la imagen de su marido intubado, inconsciente y conectado a una máquina de ventilación mecánica.El presunto retratado, de nacionalidad belga, falleció a causa de un cáncer que tuvo su origen, en parte, en el consumo de tabaco. Ella aseguró en su denuncia que reconoció a su esposo en una cajetilla que estaba apoyada en la barra de un bar, y a partir de ese momento emprendió una cruzada legal contra la UE.Mismo patrónLa denuncia por esta viuda de Barcelona sigue el mismo patrón que la tramitada por el vecino de Boiro. Es decir, ambos aseguran que las imágenes se tomaron sin su consentimiento mientras el protagonista estaba sometiéndose a un tratamiento médico en un hospital.En el caso del vecino de Barcelona ya fallecido, las imágenes se habrían tomado mientras estaba en un complejo hospitalario de la Ciudad Condal en el 2002, cuando estaba siendo sometido a un tratamiento oncológico que tendría su epílogo, dos años después, en el Hospital Oncológico de Valencia, donde falleció.
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