El reciente brote del que ha avisado la Universidad del estado de Florida ha alertado a las autoridades sanitarias del estado. Esta enfermedad se transmite por un virus y afecta a los menores de cinco años, aunque también a los adultos y de manera más seria. Aunque esta enfermedad es más común en Estados Unidos, sin embargo no es exclusiva en este lugar y los padres a veces confunden con otras enfermedades.
Lo peor de esta enfermedad es que es sumamente contagiosa, sobre todo si no se conocen los síntomas y no se pone en cuarentena a los enfermos. Según Healthline, el virus es de la familia de los enterovirus. Pueden ser transmitidos por la falta de higiene, saliva e incluso por vías respiratorias. Los síntomas de la enfermedad van desde la fiebre, la falta de apetito y el dolor de garganta hasta la irritabilidad y el dolor de cabeza, aunque el síntoma más doloroso es la aparición de ampollas rojas y muy dolorosas en la boca, las manos y los pies.
Los primeros síntomas que aparecen son los propios de un resfriado o una gripe común, por eso es fácil que los padres lo confundan. Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, los niños suelen recuperarse antes, pero los adultos sufren consecuencias que pueden ser un poco más complicadas. Aunque la enfermedad no es grave sí que resulta muy dolorosa, y suele desaparecer en el plazo de una semana.
Para esta enfermedad no hay un tratamiento específico, pero sí que se recomienda tratar el dolor y la fiebre con medicamentos genéricos y procurar que la persona afectada se mantenga bien hidratada. Por otro lado, no se puede hacer nada para prevenir la enfermedad, salvo mantener una cuidada higiene personal, pues no existen vacunas para este virus. Para que no se contagie en cadena, es mejor guardar reposo en casa y no acudir a lugares públicos.
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