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jueves, 23 de marzo de 2017

Revelan escabrosos detalles de la muerte de Paul Walker. Sus últimos momentos fueron infernales

Simplemente horroroso.

Era un 30 de noviembre de 2013, cuando Paul Walker tomó junto a su amigo y socio Roger Rodas, su Porsche Carrera GT. Rodas le pidió tomar el volante. Minutos después ocurrió la tragedia: a las 15:30 de la tarde, mientras circulaban por el barrio de Valencia en la Ciudad de Santa Clarita en California, EE.UU., chocaron contra un poste eléctrico y un árbol al perder el control del auto en una curva.

El vehículo comenzó a incendiarse y ambos murieron instantáneamente dejando a sus familias, amigos y millones de fans en el mundo consternados por la pérdida del actor, famoso por personificar a Brian O’Conner en Rápido y Furioso. 

A finales de este año se cumplen 4 años de la tragedia. En un adelanto del programa Paul Walker: Collision Course, el abogado de la familia del actor Craig McClellan, reveló horrorosos detalles de la muerte del actor.

Tal como indica Telemundo, el abogado reveló que Paul Waker no murió producto del choque: “Estaba respirando y no fue capaz de salir porque estaba atorado”, afirmó McClellan, quien detalló que el actor murió calcinado.

Eso fue confirmado por la autopsia del actor; ya que encontraron restos de hollín en la tráquea. El protagonista de Rápido y Furioso habría quedado entre el tanque de gasolina y el motor producto del fuerte impacto del choque. 

A casi 4 años del fatal accidente, el recuerdo del actor en sus fans sigue latente, y lo recuerdan mediante diferentes publicaciones en las redes sociales.

Qué horroroso todo esto…

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