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viernes, 3 de marzo de 2017

Si ves a tu hijo sentarse así, ¡no lo dejes! ¡Yo no tenía ni idea!

A medida que crecen, los niños aprenden muchas cosas: de bebés primero aprenden a gatear, luego a sentarse, a caminar y, por último, a correr. Durante los primeros años, los bebés pasan mucho tiempo en el suelo y uno de los primeros movimientos musculares que realizan es sentarse. Y es que, para niños tan pequeños, sentarse es un gran reto al que se han de enfrentar mucho antes de andar. 

Pero un equipo de médicos del Hospital Infantil de Penfield en Estados Unidos han descubierto que los bebés pueden adoptar la postura incorrecta muy rápidamente. Hay una forma de sentarse, en "W" que a los niños les encanta, y sin embargo es dañina. En esta postura, los pies apuntan hacia afuera y las piernas forman una "W". 
Un equipo de científicos de la Universidad de Louisville en EEUU han observado que esta postura es frecuente en niños que sufren parálisis cerebral. Los niños que sufren esta enfermedad suelen tener músculos mal o poco desarrollados y se sientan en esta postura porque les cuesta poco trabajo. 

Sin embargo, esto puede ser muy dañino para los niños porque evita que se formen sus músculos desde una edad temprana.  Esta postura no es solo cuestionable porque los músculos de los niños no se formen, sino porque las articulaciones y tendones se utilizan de tal manera que puede provocar problemas de espalda y articulaciones en la edad adulta. 
Cuando los niños se sientan en la posición de W, no pueden mover bien la parte superior del cuerpo. Además, las rodillas y caderas están en una posición poco natural. Por ello, los niños no deberían estar sentados en esta posición durante mucho tiempo. Esto es especialmente dañino para los muslos, tendones de los talones y los músculos centrales del trasero, que extienden las caderas a un lado. Estos estarían extendidas o dobladas durante demasiado tiempo. 

Los tendones se acortan levemente y sentarse en esta posición durante mucho tiempo puede afectar a la estabilidad del sistema muscular. 
Por suerte, hay muchas otras formas de sentarse que puedes enseñar con facilidad a tus niños: con las piernas cruzadas, con ambas piernas estiradas al frente o dobladas a un lado. Lo importante es que el niño pueda girarse en todas direcciones, lo que permitirá que los músculos apropiados se desarrollen. Esto es de especial importancia para los más pequeños.

Por tanto, no deberíamos dejar que sentarse de esta forma se convierta en hábito y deberíamos animar a nuestros hijos a que cambie de postura al sentarse.

Comparte esta interesante información con todos tus conocidos, porque a veces los padres (o incluso otros adultos) no se dan cuenta de los peligrosa que puede ser esta postura. 

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