Las necesidades que puede tener un ser viva muchas veces son resumidas, de manera un tanto arbitraria a la comida y el agua. Hay inclusos grandes estudios en poblaciones, tanto humanas como animales, que pretenden mejorar su vida a través de una visión absolutamente racional: si no tienen hambre ni sed, deberían estar bien.
¡Nada más alejado de la realidad que eso! Un ser verdaderamente vivo necesita del afecto para sentirse pleno. La vida es una maravillosa red de seres que comparten entre ellos experiencias y sentimientos. Por eso mismo un perro que fue rescatado, tenía una vida un tanto melancólica e incompleta en su refugio, pues aunque tuviese comida no sentía amor. Los voluntarios decidieron acariciarlo y enseñarle qué es el cariño. ¡Su reacción es conmovedora!
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