Vivimos una época en la que la pornografia está al alcance de un sólo clic, que los tiempos de las revistas “verdes’ escondidas debajo del colchón parece que fueron hace mil años.
Con esta facilidad para acceder a los contenidos que cada cual prefiera para satisfacer sus necesidades más básicas, nos cuesta creer que haya gente que se haga pasar por otra persona para conseguir la imagen de un pecho femenino.
No lo olvides: es muy rastrero fingir ser otra persona en las redes sociales.
Pero también tiene su parte divertida, como cuando pillan al farsante y le dan la respuesta que se merece.
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