Europa atraviesa un ola de frío, y muchas personas están siendo afectadas por ella. Pero mientras que algunos tienen dónde guarecerse de la nieve y el mal tiempo, la situación de otros es dramática y su vida corre peligro.
Éste es el caso de los refugiados que escapan a Europa desde los conflictos armados. Huyeron de la guerra buscando un panorama mejor, pero ahora el frío, que deben resistir en carpas o a la intemperie, amenaza su supervivencia.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha alertado sobre esta situación, advirtiendo que al menos 5 personas ya han muerto.
La situación es especialmente grave en las islas griegas, porque allí unas 1.000 personas se alojan en tiendas y barracones sin calefacción. ACNUR ha pedido a las autoridades helenas que aceleren su traslado a centros más adecuados en el continente pero aun siguen allí.
Se trata de hombres, mujeres y niños que están sobreviviendo en carpas cubiertas de nieve y temperaturas bajo cero; personas que no tienen dónde vivir ni cómo trasladarse y literalmente están siendo abandonadas en el frío
El aumento de refugiados en las islas ocurrió durante el 2016, luego de la adopción en marzo del tratado UE-Turquía, que dio lugar a la suposición de que Turquía recibiría a los refugiados, algo que finalmente no ocurrió.
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