En Tanzania, les cortan el cabello, las extremidades, los ojos, los genitales, y los abandonan estén vivos o muertos.
En Tanzania, los bebés que nacen con albinismo comienzan su vida con el precio tatuado en la frente, debido a que su cuerpo es utilizado en hechizos y pociones de brujas y curanderos para atraer la buena suerte. En algunas regiones, los cazadores de albinos les cortan el cabello, las extremidades, los ojos, los genitales, y los abandonan estén vivos o muertos.
Son perseguidos, mutilados y asesinados.
Los albinos representan uno de cada 1,400 nacimientos en aquél país de África. Sabiendo eso, la fotógrafa holandesa Marinka Masseus viajó hasta allí para capturar estas impresionantes imágenes de personas con albinismo.
El albinismo hace que el cabello, la piel y los ojos sean extremadamente pálidos, con lo que se desatan severos problemas de visión. Se da en una de cada 20 mil personas en el mundo, siendo Tanzania y otras partes de África en donde la cifra es mayor.
El cuerpo de los albinos es muy preciado en la brujería y alcanzan un alto precio en el país. La superstición supone que los niños albinos son fantasmas que traen mala suerte.
El gobierno de Tanzania trabaja en conjunto con fundaciones activistas para reducir la existencia de la brujería y para proteger a los albinos. Los de las zonas rurales son los más desprotegidos.
El objetivo de Marinka es mostrar la belleza de los niños con albinismo para enviar un mensaje positivo de esperanza, aceptación e inclusión.
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